Somos humanos y como tales, nos gusta juntarnos, formar grupos, socializar entre nosotros y sentirnos importantes dentro de él. Todos hemos crecido con una serie de valores y estereotipos que nos han ido inculcando, formándonos así dogmas e ideas, que en la mayoría de las ocasiones solemos aceptar como verdaderos, sin cuestionarnos si realmente son correctos o adecuados para nosotros.
Esto es normal, rara vez solemos ponernos a analizar y mucho menos contradecir, los usos y costumbres de la sociedad. Aceptamos sin rechistar, que muchas cosas son y tienen que ser como han sido siempre, aunque a veces nos carezcan de sentido o incluso nos perjudiquen, sólo por no llevar la contraria al grupo o sociedad y sentirnos como bichos raros fuera de él.
Pero a veces hay que hacer un ejercicio de introspección y ser conscientes de lo que somos, hacemos y tenemos y de como nuestra manera de actuar al respecto, puede influir de manera decisiva en nuestro futuro.
Antes de adentrarnos en la cada vez más conocida como, "carrera de la rata" y puesto que a veces una imagen vale más que mil palabras, te dejo con un vídeo cortito, pero tremendamente entretenido e ilustrativo, que lo expresa a la perfección:
Entender y ser conscientes de que estamos sumergidos en esta carrera, puede suponer “el click”, el encender ese botón en nuestra mente que haga que empecemos a ver la relación con nuestro dinero y con nuestra sociedad de una forma totalmente distinta hasta ahora. Al menos esa fue exactamente mi experiencia al conocer este concepto y darme cuenta que yo era uno mas.
Te voy a contar una pequeña historia, ¡!Ósea que presta atención!!: …
... Luis es un joven responsable y muy trabajador. Desde pequeño le enseñaron y re-enseñaron que lo importante en esta vida era sacar las mejores notas posibles, estudiar una carrera para conseguir un empleo seguro y a poder ser bien pagado, que le permitiera llevar la vida con la que siempre había soñado.
Luis como era muy buen chico hizo exactamente lo que se esperaba de él. Con su título universitario reluciente y recién estrenado, comienza a buscar con ilusión su primera oportunidad laboral.
Pero enseguida se da cuenta de que no todo es tan fácil como le han contado hasta ahora, no quedándole mas remedio, que ir alternando trabajos a media jornada que nada tienen que ver para lo que tanto tiempo ha pasado preparándose.
Por fin y tras una ardua búsqueda, logra encontrar una oportunidad en el sector para el que ha estudiado. Trabajo no muy bien pagado, pero que le sirve para comenzar. En este momento, Luis empieza a creer que ya tiene todo hecho y que es hora de empezar a permitirse todos los lujos que siempre ha deseado.
Con sus primeros sueldos, va incrementando sus gastos y es entonces cuando empieza a descubrir el poder y la comodidad del crédito y los pagos aplazados. A Luis siempre le han gustado los coches, por lo que decide comprarse uno. Al fin y al cabo, todos sus amigos tienen el suyo propio, es algo normal.
Para ello, tiene que pedir su primer préstamo y contrata su primer seguro y con ello ¡tachan! Cochazo al canto. Además, carillo, de gama media-alta con todos los extras, por supuesto.
Sin darse cuenta, Luis acaba de sumergirse en la carrera de la rata
Con el tiempo, Luis ve que necesita ganar más dinero porque hay muchas cosas que quiere (un Iphone nuevo, un Mac, irse de vacaciones al Caribe, etc) y con sus ingresos actuales difícilmente puede permitírselos. Así que consigue un ascenso a cambio de trabajar más duramente y algunas horillas extras de vez en cuando. Con su ascenso, aumenta su sueldo y a su vez su nivel de vida, lo que supone más gastos, créditos etc.
El tiempo pasa y puesto que ya lleva tiempo con su chica es hora de casarse. Para poder hacer un buen boda por todo lo alto como marcan los cánones, piden nuevamente otro préstamo para poder financiarlo.
Tras el nacimiento de su primer hijo, deciden comprar por fin su casa. Para ello, piden una hipoteca a 40 años ya que no les permiten a mas años, con sus 2 seguros obligatorios para poder conseguirla. Quedándoles así una cuota costosa, pero pagable todos los meses. Acaban de contraer un nuevo matrimonio para casi toda su vida, esta vez con el Banco!!
Con el niño y el siguiente en camino, se incrementan mucho los gastos y las cuotas a pagar, además necesitan un coche más grande y espacioso ya que los suyos se les han quedado pequeños. Por lo que, Luis y su mujer deciden cambiar de trabajos a otros con mayores responsabilidades y mejor remunerados.
Además sus nuevos trabajos están mucho mas alejados por lo que empiezan a plantearse una nueva casa. Todo ello, supone trabajar prácticamente todo el día y tener que contratar a una babysitter ya que les es imposible poder cuadrar horarios para cuidar a sus hijos.
Y así van pasando los años, la historia continua y Luis sigue dando vueltas más y más rápido, en su particular rueda de hamster, en piloto automático, sin tan siquiera darse cuenta …
Esta historia es el fiel reflejo de nuestra sociedad. Se trata del estilo de vida que la sociedad, junto a la agresiva publicidad nos ha inculcado. Un círculo vicioso, conocido como "carrera de la rata", concepto que introdujo Robert Kiyosaki en su magnífico libro, "Padre Rico, Padre Pobre".
Y es que, todo podría resumirse en una simple frase:
Muchas veces trabajamos en empleos que no nos gustan, para comprar cosas que no necesitamos, malgastando dinero que ni tenemos, para impresionar a gente a la que ni siquiera le importamos. - "Will Smith".
Una vez asimilado lo anterior y si te ha calado tanto como me ocurrió a mí, supongo que te preguntarás que se puede hacer para salir de esta rueda de hamster interminable.
Pero una vez una vez nos hemos convencido realmente de su importancia e impacto en nuestra vida;
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Una adecuada Educación Financiera, que nos impida caer en los mismos errores que comenten la gran mayoría de las personas. Lo que nos permitirá que nuestra rueda gire despacito, siendo nosotros quien la controle en todo momento y no al revés, para así poder salir de ella sin problemas. Una adecuada cultura financiera básica, se convertirá en nuestro flotador de supervivencia ante dicha carrera.
Pero todo flotador, necesita de unos remos, para no navegar a la deriva. Y estos los conseguiremos mediante la inversión. Invertir de una manera adecuada será sin duda, el apoyo que necesitamos y el mejor medio para poder salir de la rueda y dejar de dar vueltas cuando sea necesario.
Una persona joven, que en vez de hipotecarse de buenas a primeras, aproveche su juventud, ahorre e invierta de manera constante como lo haría pagando la cuota del préstamo todos los meses, con el paso de los años obtendrá un patrimonio importante que permitirá financiar la casa, o gran parte de esta, reduciéndola carga muy considerablemente.
De esta manera pasará de ser una persona, sin un duro, controlada por el sistema, ahogada y obligada a trabajar para pagar sus deudas, para convertirse en alguien con un digno patrimonio, el cual seguirá creciendo con el tiempo, junto con la tranquilidad y libertad que esto conlleva.
La principal diferencia entre los que han salido de la carrera de la rata y los que no, es que los primeros ahorran para poder invertir en activos y si se endeudan es para adquirir más activos. Y los segundos, sin embargo, no ahorran y además se endeudan para adquirir pasivos.
De tal forma que los primeros consumen y se dan sus caprichos, ya sean casas, coches y lujos, pero siempre después de haber creado un patrimonio que les permita hacerlo y los segundos lo hacen antes de generarlo, viviendo por encima de sus posibilidades mediante créditos y deudas, hipotecando sus vidas y la de sus familias, e imposibilitando enormemente que algún día lo lleguen a conseguir.
Y ahora que conoces los medios, tú decides;
¿Estás dispuesto a salir de la carrera de la rata?